Cuando por el duro invierno
Cuando por el duro invierno que tristemente vuelve
La nieve con sus largos copos cae, blanqueando el techo
Deja el quejido del tiempo, la faz romadiza
Que por nuestros numerosos haces, me devuelve la estrecha chimenea
Para el ocioso soñador, la dulce sobremesa
Con los pies sobre los morrillos, sueña, cree
¡La felicidad! No quiere delante de su chimenea más
Que una butaca bien suave, ¡donde pueda burlarse del
frío!
Atiza su fuego por medio de sus tenazas
La llama crece, como una estrella caída
La chispa que el ojo ve en la sombra se mantiene y sigue.
Le parece entonces ver que los astros de la noche se muestran
La ilusión se redobla; ¡está feliz! piensa
unir
¡Al calor del día el encanto de la noche!