Carta enviada por Jules Verne a su hermano Paul en agosto de 1894
Amiens, 26 de agosto de 1894
Mi viejo Paul, recibí tu carta y la respondo en pocas palabras. El navío pez–pájaro1 es absurdo. Lo sé. Además tampoco lo haría fabricar. Por otra parte, como ocurre siempre, después de varias semanas de trabajo y 30 ó 40 planes, mi tema se desvía, y ya no será una nave fantasma. El Turpin se lo ha llevado2, pero voy a hacer que ocurra en condiciones casi fantásticas, con la locura como desenlace y ubicándolo en un medio poco común. Cuando te vea, te contaré esto. Sin embargo, si se te ocurre alguna idea, envíamela. En este momento la mano me duele tanto al escribir, que no te cuento más.
Saludos a todos. A ti cordialmente.
Jules Verne
- En una carta del 7 de agosto de 1894, también dirigida a su hermano, Jules Verne hace alusión a este navío fantástico y a la invención de Turpin. Es curioso observar que la idea de la nave pez pájaro (la nave fantasma), como el autor la llama en otra parte será explotada por Jules Verne en la novela Amo del mundo, aparecida en 1904. Por otra parte, no es el único caso en el cual Jules Verne llevó a cabo una idea que le había parecido absurda. Efectivamente, en su artículo Edgard Poe y sus obras (Musée des Familles, abril de 1864), hablando de la novela Las aventuras de Arthur Gordon Pym, nos dice: “Y el relato es interrumpido de este modo. ¿Quién volverá a retomarlo? Alguien más audaz que yo y más osado para internarse en el dominio de las cosas imposibles”. Y fue lo que hizo en 1897, al publicar La esfinge de los hielos, que es precisamente, la continuación de Las aventuras de Arthur Gordon Pym. (N. del T)
- Jules Verne llamaba Turpin al invento que emplearía en Frente a la bandera. Resulta pues indiscutible que el personaje Thomas Roch fue inspirado por el inventor francés. Por otra parte, el hecho de que el autor lo empleara significa, en nuestra opinión, que había hablado varias veces de ello a su hermano, y que consideraba completamente natural trasladar al medio fantástico de su novela al desdichado sabio francés. Jules Verne tampoco podía imaginar que éste entablaría una acción judicial. A propósito de este proceso, esto es lo que Jules Verne dijo en una carta del 1° de diciembre de 1896 dirigida al napolitano Mario Turiello y publicada por éste en el Bulletin de la Societé Jules Verne, con gran número de variantes con respecto al texto original: “He estado demasiado tiempo ausente para este proceso que felizmente tendrá desenlace el sábado próximo; así lo espero”. (N. del T).